domingo, 24 de enero de 2010

Hong-Kong-Barcelona en el Junco "Rubia"...

Siempre me acordaré de aquellos paseos dominicales de mi niñez, junto a mi familia por el barrio de mi padre, La Barceloneta. Para mí, uno de los icónos de este barrio portuario siempre fue una embarcación que durante años estubo atracada en el muelle en medio de una soledad casi poética.

La pequeña embarcación me era extraña, a pesar de entender poco de barcos, pero desentonaba con el resto de naves amarradas en aquel muelle. De dimensiones similares a un pequeño bote de pesca, dicha embarcación construída íntegramente en madera, de aspecto muy austero y abandonado se mecía con las entrañas anegadas por el agua que le entraba por vete a saber cuántos agujeros en el casco.

En su popa recta, una plancha de madera negruzca -cómo el resto del barco-, permitía leer el nombre de la nave: "Rubia". Sin arboladura, era una réplica de las embarcaciones utilizadas por los Chinos durante muchos siglos: Los Juncos. El Rubia fue un Junco precísamente construído para esta expedición a imagen de los Juncos Chinos del Siglo XV, y hasta el momento el único Junco que ha navegado desde el Mar de China hasta el Mar Mediterráneo.

Años más tarde me enteré de que fue el Junco "Rubia" con la cuál José Mª Tey, el empresario barcelonés Oriol Regàs (también famoso por ser el dueño de Boccacio, la discoteca dónde a finales de los sesenta frecuentaría la "Divine Gauche" barcelonesa y su vinculación a este grupo) y más expedicionarios navegarían desde Hong-Kong hasta Barcelona en 1959, con la ayuda de instrumentación básica de navegación: velas y sextante, totalmente sufragado por ellos mismos...una aventura con final pomposo: salvas de la Guardia Urbana en su entrada triunfal en La Pau, recibimiento de las autoridades marítimas y del Ayuntamiento. Todo un acontecimiento en la Barcelona de tranvías, extraperlo, y dictadura.

Pero el pequeño junco a principios de los años ochenta lentamente cedía su cuerpo a las aguas oscuras del Puerto de Barcelona, hasta que una fría mañana de Domíngo ya sólo se veía su cubierta por debajo del nivel del agua...ya no volvímos a ver al Junco Rubia, ahora sólo sobrevíve en el recuerdo de los mayores, los libros, hemerotecas y algunos que asistímos a su defunción...

3 comentarios:

  1. La Historia es muy romántica, el libro lo leí de niño y me fue muy inspirador.

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  2. ESTE PASEO BARCELONETA MOLL DE LA FUSTA PORTA DE LA PAU YO TAMBIEN LA HICE Y ME LLAMABA MAS LA ATENCIÓN EL JUNCO QUE LA CARABELA

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  3. Mi padre me llevó a ver su barco, cuando tenia unos 10 o 11 años y ya nos lo encontramos hundido. Capitán Tey, le dijo uno de mantenimiento, el junco se hundió hace ya un tiempo. Como no te avisaron papá? Le dije yo… levantó los hombros, y nos fuimos por donde habíamos venido. Supongo que fue un día triste para mi padre

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